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Tamaño y peso

¿Cuánto va a pesar? ¿Qué tamaño tendrá de adulto? ¿Será toy? ¿De bolsillo? Estas y mil preguntas similares se convierten en el día a día del criador de perros pequeños. El tamaño-peso. La lacra que condena a las razas miniatura. Sí, he dicho bien: miniatura. Porque han de saber que todas las razas pequeñas, en especial aquellas como el chihuahua (chihuahueño), la más pequeña del mundo, ya están catalogadas como miniatura. Todas y cada una tienen un estándar donde se especifican los parámetros adecuados, bien en peso, bien en centímetros, para que todos los ejemplares de esa raza sean como deben ser, también en cuanto a proporciones. Buscar la miniaturización aún más, dentro de cualquier raza pequeña, conlleva un deterioro de la misma y graves problemas de salud, e incluso está penalizado claramente en razas como el caniche toy, cuyos ejemplares, ya considerados: toy, no deben quedar por debajo de los 23-24 centímetros a la cruz, ni presentar los temidos rasgos de enanismo, que tan graciosos les parecen a algunos.


A mí, como criadora responsable, me preocupa la salud de mis animales, así como su tipicidad, y que se ajusten todo lo posible a su estándar, para conseguir ejemplares hermosos, equilibrados y sanos. Las tres razas que selecciono son muy pequeñas, y se consideran precisamente de compañía, porque se trata de animales muy afectuosos con sus dueños, y de un tamaño ideal para coger en brazos y disfrutar dentro de casa. Por lo tanto, no hablaré jamás acerca de miniaturas, de toy (salvo evidentemente en el caniche, porque su nombre es así), tacita de té, ni demás acepciones que no dejan de ser argucias comerciales para llamar la atención del comprador desinformado.


Otra cuestión es que el volumen que ocupa un perro en el suelo, no siempre concuerda con el peso. Me explico. Si se trata de un animal bien estructurado, de complexión más fuerte y buena sustancia, pesará más que otro que sea más liviano, aunque ambos midan igual de altura a la cruz o de largo. Y esto supone tener que hacer entender al futuro dueño que no porque su perro vaya a pesar 2,500kg o 3kg, va a ser un caballo. Tristemente, mis esfuerzos por informar y explicarles esto, y que la mayoría de los que dicen que los padres pesan un kilo, son estafas y les mienten, suelen fracasar. Como resultado tenemos a compradores que visualizan en su cabeza perros de 2-3kg pensando que pesan1kg, y claro, cuando se les dice el peso real que puede alcanzar su cachorro, se imaginan uno de 7kg. Por eso, no puedo más que pedir encarecidamente que lean, se informen, estudien, y estén al tanto de todo lo que puedan sobre la raza que van a adquirir, y que se centren en lo más importante: que la escogida sea la adecuada para su forma de vida, que les guste su carácter y características físicas, las condiciones de entrega, y que quien se lo ofrezca, les de confianza.



Las razas con las que comparto vida son, repito, muy pequeñas. La más pequeña es el chihuahua, cuyo peso medio y optimo suele oscilar entre los 2-3kg, siendo perros sumamente pequeños en el suelo, pero compactos y bien hechos. El japan chin es un perro que debe estar alrededor de los 25 cm de altura a la cruz y cuyo peso puede oscilar entre los 2,500kg-3kg y los 4kg de media (aunque el peso no está contemplado en el estándar, quiero darles una referencia aproximada), lo cual lo convierte en un perrito muy manejero que poder llevar a todas partes (más o menos del tamaño de un bichón maltés). Y por último, el caniche toy, el más pequeño dentro de su raza, cuya altura va desde los 24cm hasta los 28cm a la cruz (considerándose como ideal los 25cm), que resulta ser un perro elegante y de un tamaño similar al japan chin, con un peso aproximado entre los 2,500kg y los 4kg (hablamos de una estimación aproximada, ya que en esta raza tampoco se especifica el peso en el estándar, sino únicamente la altura a la cruz). Dicho esto, podrán comprobar que, de las tres, el chihuahua sigue siendo el más pequeño, pero, como podrán observar en la foto que acompaña al artículo, y donde aparecen las tres, se trata de perros diminutos, bonitos, y con muchas más cualidades que disfrutar además de su tamaño-peso.


Es cierto que a veces pueden nacer animales más pequeños dentro de una misma camada, pero al contrario de lo que la mayoría piensa, justamente esos individuos resultan ser los menos deseables, ya que, a menudo, suelen tener defectos visibles que los alejan del estándar, o peor incluso, graves problemas de salud (enanismo, raquitismo, hidrocefalia, lordosis, problemas de corazón…). Esto es así, por mucho que algunos se empeñen en negar la mayor y decir que, de padres que pesan un kilo pueden nacer cachorros que de adultos no superarán el kilo-kilo y poco. Esto es sencillamente falso. Ningún criador responsable que se precie cría con ejemplares de ese peso, porque sencillamente, supondría la muerte para el animal con casi total seguridad. Piensen que, si fuera viable criar perros de ese tamaño perfectos y sanos, ¿por qué ningún criador respetable los tiene? Siendo el peso una de las cosas que más preocupa al comprador, y lo que podría resultar más lucrativo ¿por qué no darle lo que pide? Muy sencillo; porque no se puede. No sin pasar por alto la salud de los animales. Por otro lado, tampoco he visto nunca ningún ejemplar de kilo y poco que no tuviera múltiples defectos y/o problemas de salud, ni por supuesto, ninguno compitiendo en exposición. A esto, muchos argumentan que, si lo quieres para compañía, no importa que no sea de exposición. A estas personas, les digo, que, al margen de los títulos, los perros correctos y que más se acercan al estándar (es decir, los de exposición), son siempre el referente dentro de su raza, los más hermosos, los más saludables, y los que ayudan a preservarla. Por lo tanto, aunque no quieras un cachorro de show, intenta que proceda de una selección cuidada y de animales sanos y de calidad. El perro perfecto no existe, pero no podemos pasar por alto el deterioro de algunas mascotas, con las rótulas luxadas, la espalda arqueada (pudiendo provocar dolor cuando el perro vaya siendo mayor), o enfermedades peores como la hidrocefalia (que condenan a ese animal a una triste existencia con una corta esperanza de vida).


Así pues, lean, pregunten, infórmense bien y contrasten opiniones, porque de su responsabilidad, depende también la preservación de las razas pequeñas, saludables y bonitas, tal y como las conocemos.

Cuidados básicos

Una vez nos hayamos decidido a adquirir nuestro cachorro, debemos seguir una serie de precauciones y de pautas para evitarle posibles problemas, que a continuación resumimos brevemente:

  • Respetar el calendario de vacunaciones y desparasitaciones del cachorro y acudir puntualmente al veterinario.

  • Dar al cachorro el mismo pienso que tomaba antes de llevárnoslo a casa. En caso de querer cambiárselo por cualquier motivo, hacer el cambio progresivo y siempre bajo recomendación y observación del veterinario (o del criador si fuera posible).

  • Asegurarnos todos los días de que el perro esté bien alimentado y haya comido lo necesario. Por su pequeño tamaño los perros pequeños son propensos muchas veces a sufrir bajadas de azúcar y hay que estar muy pendiente para evitar que esto suceda. En caso de que ocurriera, administrar inmediatamente agua con azúcar o glucosa líquida (metionina glucosada), y llevar al cachorro al veterinario para determinar la causa de la misma (puesto que podría ser producida tanto porque el animal no haya comido lo suficiente, como porque pueda encontrarse mal del estómago, etc).

  • Bajo ningún concepto dar leche a nuestro cachorro leche, comida cocinada o sobras. Si fuera necesario ofrecer al animal algún otro alimento por inapetencia, consultar con el criador o con el veterinario (ellos nos podrán orientar y recomendar los alimentos más convenientes; como por ejemplo: petit suise natural azucarado y potito de pollo con arroz).

  • Evitar riesgos inútiles de contagio al animal como: sacarlo a pasear sin todas sus vacunas de cachorro, ponerlo en contacto con otros perros que salen a la calle, que nos chupe los zapatos, o depositarlo sin cuidado en lugares donde podría haber un alto riesgo de infección sin asegurarnos que se han desinfectado correctamente (como el suelo de una clínica veterinaria, o las camillas antes de limpiarlas).

  • No dejar sólo al cachorro en lugares altos de los que pueda tirarse o caer y lastimarse.

  • Procurar evitar los cambios bruscos de temperatura tanto en verano como en invierno. Las corrientes frías de aire, o el contraste de pasar de una estancia bien aclimatada a otra que no lo esté, podría desembocar en un inesperado resfriado (incluso en verano).

  • Evítense igualmente los objetos y lugares peligrosos como: terrazas, objetos punzantes, cuerpos pequeños que pudieran tragarse (piezas de juguetes, pañuelos de papel…), cables eléctricos, elementos tóxicos (lejías, productos de limpieza, plantas, plásticos perfumados, césped artificial, etc…), y en general, todo aquello a lo que el perro pueda tener alcance fuera de nuestra supervisión y que suponga un riesgo.

En caso de sufrir el cachorro cualquier contratiempo, acudirrápidamente al veterinario.

Estándar Chihuahua

15.09.2010 / ES Estándar-FCI N° 218 CHIHUAHUEÑO


©M.Davidson, illustr. NKU Picture Library Estas ilustraciones no muestran necesariamente el ejemplo ideal de la raza. FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 2


ORIGEN: México. FECHA DE PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR OFICIA FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 3


CABEZA REGIÓN CRANEAL: Cráneo: Bien redondeado, amanzanado (característica especial de esta raza). Depresión fronto-nasal (Stop): Bien marcada, hundida y ancha, a consecuencia de la frente abombada sobre la inserción del hocico.


REGIÓN FACIAL: Trufa: Moderadamente corta y ligeramente respingada; cualquier color es permitido. Hocico: Corto; visto de perfil mantiene una línea recta, siendo más ancho en su base y afilándose hacia la punta. Labios: Limpios y apretados. Mejillas: Poco desarrolladas y muy limpias. Mandíbulas / Dientes: Con mordida de tijera o nivelada (en forma de pinza); el prognatismo superior o inferior son seriamente penalizados, así como cualquier deformación maxilar o mandibular. Ojos: Son grandes y redondos, muy expresivos, nunca protuberantes, perfectamente oscuros. Los ojos claros son permitidos pero no deseados. Orejas: Grandes, erectas y desplegadas y ampliamente abiertas; anchas en su base, se reducen gradualmente hasta terminar ligeramente redondeadas en la punta. Estando en reposo forman un ángulo de 45° hacia los lados.


CUELLO Perfil superior: Ligeramente arqueado. Longitud: Mediana. Forma: Más grueso en los machos que en las hembras. Piel: Sin papada; la variedad de pelo largo presenta una crin de pelo más largo sumamente deseable.


CUERPO: Compacto y bien estructurado. Línea superior: Recta. Cruz: Poco marcada. FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 4 Dorso: Corto y firme. Lomo: Fuertemente musculoso. Grupa: Ancha y fuerte, casi plana o ligeramente inclinada. Pecho: Con tórax amplio y profundo y costillar bien arqueado; visto de frente tendrá buena amplitud, sin exceso; visto de perfil desciende hasta el codo; nunca abarrilado. Perfil inferior: Determinado por una retracción ventral, la cual deberá ser bien delineada. El vientre suelto es permitido, pero no deseado.


COLA: Moderadamente larga, de implantación alta, ancha en su base reduciéndose gradualmente hacia la punta, es plana en apariencia. El porte es un rasgo sobresaliente de la raza, en movimiento se encuentra elevada, arqueada o en semicírculo con la punta dirigida hacia el lomo, dando balance al cuerpo, nunca aparece metida entre los miembros o enroscada por debajo de la línea superior del dorso. Cubierta de pelo en armonía con el resto del cuerpo según la variedad. En la variedad de pelo largo está cubierta con pelo en forma de pluma; en reposo es colgante con un gancho ligero.


EXTREMIDADES MIEMBROS ANTERIORES: Apariencia general: Vistos de frente aparecen en línea recta con los codos; vistos de perfil son bien aplomados. Hombro: Limpio, moderadamente musculoso. Brazos (Húmero): Con buena angulación en la articulación escápulo-humeral. Codo: Firme y pegado al cuerpo, permitiendo libertad de movimientos. Antebrazos: Fuertes con buen largo. Metacarpo: Ligeramente inclinado, fuerte y flexible. Pies anteriores: Los pies son muy pequeños y ovalados, con los dedos separados, pero no extendidos (no son de liebre ni tampoco de gato); las uñas son particularmente curvas y moderadamente largas, con las almohadillas bien desarrolladas y muy elásticas. Los espolones son indeseables. FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 5


MIEMBROS POSTERIORES: Apariencia general: Bien musculados, de huesos largos, bien aplomados y paralelos entre sí con buena angulación en las articulaciones coxo-femoral, fémoro-tibial-rotuliana y tibio-tarsiana de acuerdo a los miembros anteriores. Metatarsos: Corvejones cortos, con tendones bien desarrollados; vistos de atrás están separados, rectos y verticales. Pies posteriores: Los pies son muy pequeños y ovalados, con los dedos separados, pero no extendidos (no son de liebre ni tampoco de gato); las uñas son particularmente curvas y moderadamente largas, con las almohadillas bien desarrolladas y muy elásticas. Los espolones son indeseables.


MOVIMIENTO: Presenta un paso largo y flexible, firme y activo, con buen alcance anterior y mucho empuje posterior. Visto de atrás, los posteriores deben mantenerse casi paralelos entre sí, colocando los pies de los miembros posteriores en las huellas de los anteriores. Los miembros tienden a converger en dirección de una línea central de gravedad, conforme aumenta la velocidad. Muestran gran elasticidad y libertad, sin ningún esfuerzo, con la cabeza siempre en alto y la espalda firme.


PIEL: Lisa y elástica en toda la superficie corporal.


MANTO Pelo: Existen dos variedades en esta raza. • Variedad de Pelo Corto: Es corto y pegado en todo el cuerpo, ligeramente más largo cuando presenta capa interna (entrepelo); se permite escasez en la garganta y en el abdomen. Es ligeramente más largo en el cuello y en la cola, corto en la cara y las orejas; es brillante y su textura suave. No se aceptan los ejemplares sin pelo. FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 6 • Variedad de Pelo Largo: El pelo debe ser fino y sedoso, lacio o ligeramente ondulado; es deseada la capa interna (entrepelo) no muy densa. Presenta pelo muy largo en forma de pluma en las orejas, cuello, cara posterior de los miembros anteriores y posteriores, pies y cola. No se aceptan los ejemplares con pelo largo y esponjado. Color: Todos los colores son aceptados en todas sus tonalidades y combinaciones, excepto el mirlo.


TAMAÑO Y PESO: La talla no debe tomarse en cuenta en esta raza, sólo el peso. Peso: Peso ideal entre 1,5 kg y 3 kg. Son tolerados los perros entre 500 gr y 1,5 kg. Serán descalificados los ejemplares con menos de 500 gr y con más de 3 kg.


FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro. • Falta de piezas dentales. • Doble dentadura (retención de dientes temporales). • Orejas puntiagudas. • Cuello corto. • Cuerpo largo. • Espalda vencida o arqueada (lordosis o xifosis). • Grupa caída. • Pecho angosto; costillar plano. • Cola mal implantada, torcida o corta. • Miembros cortos. • Codos despegados • Posteriores unidos.


FALTAS GRAVES: • Cráneo angosto. • Ojos pequeños, hundidos o protuberantes. FCI-St. N° 218 / 15.09.2010 7 • Hocico largo. • Prognatismo superior o inferior. • Rodilla inestable.


FALTAS DESCALIFICANTES: • Agresividad o extrema timidez. • Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado. • Perro agresivo o temeroso. • Perros tipo venado (perros con una estructura atípica o sumamente estilizada: cabeza refinada, cuello largo, cuerpo esbelto, miembros largos). • Ejemplares con mollera abierta. • Orejas caídas o cortas. • Mordida deformada. • Perros de cuerpo extremadamente largo. • Ausencia de cola. • Perros que presentan un pelo muy largo, fino y esponjado en la variedad de pelo largo. • Ausencia de pelo (alopecia) en la variedad de pelo corto. • Ejemplares de color mirlo. • Peso menor a 500 gr. o mayor a 3 kg. N.B.: • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto. • Sólo los perros funcionalmente y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.

Estándar Japan Chin

24.01.2017 / ES Estándar-FCI N° 206 SPANIEL JAPONÉS (Chin) FCI-St. N° 206 / 24.01.2017 2


TRADUCCIÓN: Sra. Brígida Nestler (Idioma original: EN). Supervisión técnica: Sr. Miguel Ángel Martínez. FECHA DE PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR OFICIAL VÁLIDO: 04.04.2016.


UTILIZACIÓN: Perro de compañía.


CLASIFICACIÓN DE LA FCI: Grupo 9 Perros de compañía. Sección 8 Spaniels Japoneses y Pekineses. Sin prueba de trabajo.


BREVE RESUMEN HISTÓRICO: De acuerdo con documentos antiguos se presume que los ancestros del Chin fueron presentados como un regalo de los soberanos coreanos (durante la Dinastía Silla, época 377-935) a la corte japonesa en el año 732. Durante un período sucesivo de 100 años, parece que se llevó un gran número de Chins al Japón. Registros históricos señalan también que mensajeros enviados a China (durante la Dinastía Tung, época 618-910) y a Corea del Norte (durante la Dinastía Po H’ai, época 698-926) trajeron directamente perros de esta raza. En el reinado del Shogún Tsunayoshi Tokugawa (1680-1709) la raza se crió como un perro de juguete en casa en el Castillo de Edo. En 1613, un Capitán británico, llamado Searles, trajo un Chin a Inglaterra, y en 1853 el Comodoro Perry de los Estados Unidos trajo varios a los Estados Unidos, de los cuales dos fueron obsequiados a la Reina Victoria de Inglaterra. Desde 1868, el Chin ha sido el favorito como perrito faldero de las damas de la alta sociedad, y actualmente la raza está siendo difundida ampliamente como perro de compañía.


APARIENCIA GENERAL: Es un perro de talla pequeña con una región facial ancha, cubierta de pelo abundante; tiene un aspecto elegante y agraciado.


PROPORCIONES IMPORTANTES: La altura a la cruz es igual a la longitud del cuerpo. El cuerpo de las hembras es ligeramente más largo. FCI-St. N° 206 / 24.01.2017 3


COMPORTAMIENTO / TEMPERAMENTO: Inteligente, dulce y encantador.


CABEZA REGIÓN CRANEAL: Cráneo: Ancho y redondeado. Depresión naso-frontal (Stop): Profunda y dentellada. REGIÓN FACIAL: Trufa: La caña nasal es muy corta y ancha, la nariz debe estar en línea recta con los ojos; el color de la trufa debe ser negro o encarnado intenso, en armonía con el color del manto. Fosas nasales bien abiertas. Mandíbulas/Dientes: Dientes blancos y fuertes; mordida nivelada deseable, pero se permite la mordida en tijera o con prognatismo. Ojos: Grandes sin exageración, redondos, colocados bien separados y de color negro brillante. Orejas: Largas, triangulares, colgantes, cubiertas de pelo largo y colocadas bien separadas.


CUELLO: Bastante corto y mantenido erguido.


CUERPO Dorso: Corto y derecho. Lomo: Amplio y ligeramente arqueado. Pecho: Moderadamente amplio y profundo; las costillas moderadamente arqueadas. Línea inferior y vientre: Vientre bien recogido.


COLA: Llevada sobre el dorso y cubierta de pelo largo, abundante y bello. FCI-St. N° 206 / 24.01.2017 4


EXTREMIDADES MIEMBROS ANTERIORES: Apariencia General: Antebrazos derechos, de hueso fino; la parte posterior de los antebrazos por debajo de los codos debe estar cubierta de pelo en forma de flecos. Pies anteriores: Pequeños y con una forma parecida a los de la liebre; es deseable que estén cubiertos de pelo entre los dedos.


MIEMBROS POSTERIORES: Apariencia General: Moderadamente angulados; la parte de atrás de los muslos debe estar cubierta de pelo en forma de flecos. Pies posteriores: Pequeños y con una forma parecida a los de la liebre; es deseable que estén cubiertos de mechones de pelo.


MOVIMIENTO: Elegante, ligero y orgulloso.


MANTO Pelo: Sedoso, liso y largo. Todo el cuerpo debe estar cubierto de abundante pelo, excepto la cara. Las orejas, el cuello, los muslos y la cola deben tener pelo abundante en forma de flecos. Color: Blanco con manchas negras o rojas. Es deseable que las manchas estén simétricamente distribuidas desde alrededor de los ojos sobre todas las orejas, así como en el cuerpo. Es deseable especialmente una lista blanca y amplia del hocico a la corona. TALLA Altura a la cruz: Machos: aproximadamente 25 cm. Hembras: ligeramente más pequeñas que los machos.


FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro. FCI-St. N° 206 / 24.01.2017 5 • Timidez. • Trufa de cualquier otro color distinto del negro para los ejemplares blancos con manchas negras. • Prognatismo superior. • Manto totalmente blanco, sin manchas; una sola mancha en la cara.


FALTAS DESCALIFICANTES: • Agresividad o extrema timidez. • Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado. • Maxilar inferior desviado. • Tricolor. N.B.: • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto. • Sólo los perros funcionalmente y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.

Estándar Caniche Toy

23.10.2015/ ES Estándar-FCI N° 172 CANICHE FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 2


TRADUCCIÓN: Sra. Iris Carrillo; Sr. Jorge Nallem. ORIGEN: Francia. FECHA DE PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR OFICIAL VÁLIDO: 03.11.2014.


UTILIZACIÓN: Perro de compañía.


CLASIFICACIÓN FCI: Grupo 9 Perros de compañía. Sección 2 Caniche. Sin prueba de trabajo.


BREVE RESUMEN HISTÓRICO: Etimológicamente, la palabra francesa “caniche” viene de “cane”, la hembra del pato. En otros países, esta palabra hace referencia a la acción de chapotear. En sus orígenes, este perro era utilizado para la caza de aves acuáticas. Desciende del Barbet, del cual conserva muchas características. En 1743 se decía “la caniche”: hembra del Barbet. Luego, el Barbet y el Caniche iban a separarse progresivamente. Los criadores se esforzaron por obtener ejemplares originales y de color uniforme. El caniche se hizo popular como perro de compañía gracias a su carácter amable, jovial y fiel, pero también gracias a sus cuatro tamaños y a sus diferentes colores, que cada cual puede escoger según su preferencia.


APARIENCIA GENERAL: Perro de proporciones medianas, de pelo característicamente rizado, ensortijado o en forma de mechones. Tiene el aspecto de un animal inteligente, constantemente alerta, activo, armoniosamente constituido, y que refleja elegancia y nobleza.

PROPORCIONES IMPORTANTES: La longitud del hocico es aproximadamente 9/10 de la longitud del cráneo. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 3 La longitud (escápulo-isquial) del cuerpo es ligeramente superior a la altura a la cruz. La altura de la cruz al suelo es visiblemente igual a la altura de la cresta de la grupa al suelo. La altura del codo al suelo equivale a 5/9 de la altura a la cruz.


TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO: Este animal se distingue por su fidelidad y su aptitud para aprender y para ser entrenado, lo que hace de él un perro de compañía particularmente agradable.


CABEZA: De porte distinguido, rectilínea, en proporción con el cuerpo. Debe estar bien moldeada, sin presentar un aspecto macizo, pero al mismo tiempo sin delicadeza excesiva.


REGIÓN CRANEAL: Cráneo: Su amplitud es inferior a la mitad de la longitud de la cabeza. La totalidad del cráneo, visto desde arriba, tiene forma ovalada, y de perfil, es ligeramente convexo. Los ejes del cráneo y del cañal nasal son ligeramente divergentes. Los arcos superciliares son moderadamente prominentes y están cubiertos de pelos largos. Surco frontal: Ancho entre los ojos y disminuye en dirección del occipucio, que es bien marcado (en los Caniches enanos puede ser menos marcado). Depresión naso-frontal: Es poco marcada, pero nunca debe estar ausente.


REGIÓN FACIAL: Trufa: Marcada y desarrollada, de perfil vertical; las ventanas están bien abiertas. La trufa es negra en los perros negros, blancos y grises, y marrón en los perros marrón. En los perros color leonado (apricot o rojo) la trufa puede ser color marrón o negro de acuerdo a la intensidad del color del leonado del manto. En leonados claros la nariz debe ser lo más oscuro posible. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 4 Hocico: El perfil superior es bien rectilíneo, su longitud corresponde a 9/10 de la longitud del cráneo. Las ramificaciones del maxilar inferior son casi paralelas. El hocico es sólido. El perfil inferior está marcado por la mandíbula y no por el borde del labio superior. Labios: Ligeramente desarrollados, más bien delgados, de espesor mediano; el labio superior reposa sobre el inferior, aunque no es colgante. Son negros en los perros negros, blancos y grises, y marrón en los perros color marrón. En los perros color leonado anaranjado (apricot) o leonado rojo, son marrón más o menos oscuro o negros. La comisura no debe ser marcada. Mandíbulas/ dientes: Mordida en tijera completa. Dientes fuertes. Mejillas: No son salientes y están moldeadas sobre los huesos. Los arcos sub-orbitales son cincelados y poco abultados. Los arcos cigomáticos son poco prominentes.


OJOS: Son de expresión ardiente. Están situados a la altura de la depresión naso-frontal y son ligeramente oblicuos. Tienen forma almendrada. Su color es negro o pardo oscuro. En los perros color marrón pueden ser ámbar oscuro. El borde de los párpados es negro en los perros negros, blancos o grises; marrón en los perros color marrón. En los perros color leonado claro los bordes de los párpados deben ser lo más oscuro posible.


OREJAS: Son bastante largas y caen a lo largo de las mejillas. Están implantadas en el prolongamiento de una línea que surge de la parte superior de la trufa y pasa bajo el ángulo externo del ojo. Son planas, se agrandan detrás de la implantación y son redondeadas en la extremidad. Están cubiertas de pelos ondulados muy largos. La piel de la oreja debe llegar - o idealmente pasar - la comisura de los labios, cuando se tiran hacia adelante.


CUELLO: Es sólido y ligeramente arqueado detrás de la nuca. De longitud mediana, bien proporcionado. El perro lleva la cabeza altamente levantada y con nobleza. El cuello no presenta papada. Es de corte ovalado; su longitud es ligeramente inferior a la de la cabeza. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 5


CUERPO: Bien proporcionado. Su longitud es ligeramente superior a la altura a la cruz. Línea superior: Es armoniosa y bien firme. Cruz: Moderadamente desarrollada. La altura del suelo a la cruz debe ser claramente la misma que la de la cresta de la grupa al suelo. Espalda: Corta. Lomo: Firme y musculoso. Grupa: Redondeada, pero no caída. Antepecho: La extremidad del esternón debe ser ligeramente prominente y presentarse bastante alta. Pecho: Inclinado a la altura del codo. Su amplitud es igual a los 2/3 de su altura. En los caniches grandes, el perímetro torácico, medido detrás de los hombros debe ser por lo menos 10 cm mayor que la altura a la cruz. El pecho es ovalado y ancho en la parte dorsal. Línea inferior y vientre: Levantados, pero no agalgados.


COLA: De implantación bastante alta, a la altura del margen del lomo (idealmente llevada a las “nueve y diez” en relación a su línea superior).


EXTREMIDADES MIEMBROS ANTERIORES: Apariencia general: Son perfectamente rectos y paralelos, bien musculosos y de huesos sólidos. La altura del codo al suelo es ligeramente superior a la mitad de la altura a la cruz. Hombros: Son oblicuos y musculosos. El omoplato y el húmero forman un ángulo de unos 110°. Brazos: La longitud del húmero corresponde a la del omoplato. Carpo: Continúa la línea anterior del antebrazo. Metacarpo: Sólido, y casi recto, visto de perfil. Pies anteriores: Son más bien pequeños, firmes, en forma de óvalo corto. Los dedos están bien arqueados y juntos. Las almohadillas son duras y gruesas. Las uñas son negras en los perros negros y grises; negras o marrón en los perros color marrón. En los perros blancos, las uñas pueden presentar toda la gama de colores de cuerno, que llega hasta el negro. En los perros color leonado anaranjado (apricot) FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 6 y leonado rojo, son marrón o negras; de acuerdo con el color del manto, tan oscuras como sea posible.


MIEMBROS POSTERIORES: Apariencia general: Vistos desde atrás, los miembros posteriores son paralelos; los músculos son bien desarrollados y bien aparentes. Muslos: Son bien musculosos y robustos. Corvejón: Bien acodado. Los ángulos coxo-femoral, tibio-femoral y tibio-tarsiano deben ser marcados. Metatarso: Bastante corto y vertical. El Caniche debe nacer sin espolones en las extremidades posteriores. Pies posteriores: Véase extremidades anteriores.


MOVIMIENTO: El Caniche se mueve con pequeños saltos rápidos y ligeros. PIEL: Es flexible, sin laxitud, pigmentada. Los caniches de color negro, marrón, gris y leonado anaranjado o leonado rojizo, deben tener una pigmentación de acuerdo al color del pelaje. En los blancos, la piel plateada es valorizada. MANTO Pelo: • Caniche de pelo ensortijado: pelo abundante, de textura fina, lanosa, bien rizado; es elástico y resistente a la presión de la mano. Debe ser denso, bien abundante, de longitud uniforme, formando bucles regulares. • Caniche de pelo en forma de mechones: Pelo abundante, de textura fina, lanosa y apretada. Forma cuerdecillas características que deben medir por lo menos 20 cm. Color: Color sólido: negro, blanco, marrón, gris, leonado. El Marrón tiene que ser profundo, más bien oscuro, uniforme y cálido. El Beige y sus derivados más claros no son admitidos. El gris debe ser uniforme, profundo, ni negruzco, ni blancuzco. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 7 El leonado debe ser uniforme, puede ir del leonado pálido al leonado rojizo o hasta el leonado anaranjado (apricot). Los párpados, la trufa, los labios, las mucosas, el paladar, los orificios naturales, el escroto y las almohadillas deben estar bien pigmentados. Para los leonados claros toda la pigmentación debe ser lo más oscura posible.


TAMAÑO: El dimorfismo sexual debe ser claramente visible en todas las variedades.


Caniches Grandes: Por encima de los 45 cm hasta los 60 cm, con una tolerancia de 2 cm por encima. El Caniche grande debe ser una reproducción agrandada y desarrollada del Caniche mediano, del cual posee las mismas características.


Caniches Medianos: Por encima de los 35 cm hasta los 45 cm.


Caniches Enanos: Por encima de los 28 cm hasta los 35 cm. El Caniche Enano debe tener, en conjunto, el aspecto de un Caniche Mediano reducido, guardar en cuanto sea posible las mismas proporciones y no presentar ninguna apariencia de “enanismo”.


Caniches Toys: Por encima de los 24 cm (con una tolerancia de menos 1 cm.) hasta 28 cm (el tipo ideal es el de la talla de 25 cm) y hasta 24 cm (con una tolerancia de menos de 1 cm). El Caniche Toy tiene, en conjunto, el aspecto del Caniche Enano, y guarda las mismas proporciones generales que responden a todas las exigencias del estándar. Queda excluido todo rasgo de “enanismo”. Sólo la cresta occipital puede ser menos marcada.


FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.


FALTAS GRAVES: • Ojos demasiado grandes y demasiado redondos o hundidos, no lo suficientemente oscuros. • Orejas demasiado cortas (no llegando a la comisura labial). • Hocico débil o puntiagudo. • Hocico con perfil superior convexo. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 8 • Línea superior encarpada o ensillada. • Inserción de cola demasiado baja. • Grupa caída. • Angulación posterior demasiado recta o sobreangulada. • Paso fluído o extendido. • Pelo escaso, suave o de alambre. • Color indefinido o no sólido. • Trufa parcialmente despigmentada. • Ausencia de 2 PM2.


FALTAS DESCALIFICANTES: • Agresividad o extrema timidez. • Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado. • Ausencia de tipo, sobre todo en cuanto a la cabeza, insinuando notablemente una cruza con otra raza. • Altura a la cruz excediendo los 62 cm. en lo Grandes y menos de 23 cm. en los Toys. • Ausencia de cola o cola naturalmente corta. • Espolones o rastro de espolones en los miembros posteriores. • Todo animal que presente rasgos de “enanismo”: cráneo globuloso, ausencia de la cresta occipital, depresión naso frontal muy marcada, ojos prominentes, hocico muy corto y respingado. • Surco medio prácticamente inexistente. • Hueso muy liviano en los Toys. • Cola completamente enrulada. • Manto que no sea de color sólido (unicolor). • Todas las marcas blancas en el cuerpo y/o pies para todos los colores excepto el blanco. • Nariz completamente despigmentada. • Prognatismo superior o inferior. • Cualquier diente cuya posición pueda lastimar al perro (por ejemplo caninos crecidos hacia adentro que toquen el paladar). FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 9 • Ausencia de un incisivo, de un canino o una muela carnicera. • Ausencia de un PM3 o de un PM4. • Ausencia de 3 o más PM (excepto PM1). N.B.: • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto. • Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.


Adiciones al estándar Juzgando un Caniche en un show no significa que se esté juzgando en una competición de peluquería. No se debe estimular el arreglo exagerado de los perros.


CORTES AUTORIZADOS PARA EXPOSICIÓN “Corte “León”: El Caniche, sea el de pelo ensortijado o el de pelo a mechones o acordonado, debe ser rasurado en su tren posterior hasta las costillas. También va rasurado: el hocico, adelante y debajo de la comisura inferior de los ojos; las mejillas, los miembros anteriores y posteriores, excepto por los puños o brazaletes y opcional los del posterior; la cola, excepto por un pompón, redondo u oblongo en la terminación. Se requiere bigote en todos los individuos. Se admite dejar pelo llamado “pantalones” en los miembros anteriores. Corte “Moderno”: Dejando pelo en las cuatro extremidades sólo es admitido cuando las siguientes normas sean respetadas: 1. Debe rasurarse: a) La parte baja de los miembros anteriores desde las uñas a la punta del quinto dedo, la parte baja de los miembros posteriores hasta la misma altura. Rasurado a máquina está solo admitido en los dedos. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 10 b) La cabeza y la cola de acuerdo a las reglas mencionadas anteriormente. Se admitirá en este corte excepcionalmente a: • La presencia, debajo del maxilar inferior, de pelo corto, no más largo que 1 cm, la línea inferior que debe ser cortada paralela a la mandíbula inferior. Una barba, llamada de cabra, no está permitida. • La supresión del pompón de la cola. 2. Pelo cortado: Sobre el cuerpo, para dar el efecto de seda aterciopelada en la línea de la espalda, más o menos corto pero por lo menos 1 cm. El largo debe crecer gradualmente sobre las costillas y sobre los miembros. 3. Manto emprolijado: a) En la cabeza que mantiene un moño de relativa altura como así también descendiendo desde el cuello hacia la cruz y el frente, sin discontinuidad, hasta la parte rasurada de los pies siguiendo una levemente inclinada línea desde la parte superior del antepecho hacia abajo. En la parte superior de las orejas por un máximo de un tercio de su largo, el pelo puede ser cortado con tijeras o rasurado en la dirección del pelo. La parte inferior debe ser dejada cubierta con pelo cuya longitud debe aumentar gradualmente de arriba hacia abajo, para terminar en flecos que pueden ser nivelados. b) En los miembros, “pantalones” haciendo una transición distintiva de la parte rasurada de los pies. El largo del pelo aumenta gradualmente hacia arriba para mostrar en el hombro y del mismo modo el muslo, una longitud de 4 a 7 cm. medidos estirando el pelo, estando en proporción al exhibido para evitar un efecto exagerado. El “pantalón” trasero debe permitir ver la típica angulación del caniche. FCI-St. N° 172 / 23.10.2015 11 Cualquier otro corte que no corresponda a estas normas es descalificante. Cualquiera sea el corte, no debe influenciar en la colocación de los ejemplares en las exposiciones, todos los perros expuestos en la misma categoría deben ser juzgado y colocados juntos. “Corte Inglés”: Al corte “León” se le agregan brazaletes en el posterior i.e. brazaletes y puños. En la cabeza un moño. Para este corte el bigote es opcional. La ausencia de demarcaciones en el pelo del posterior es tolerada. El moño es opcional (está prohibido usar laca o cualquier otra substancia para mantener el moño en su lugar). “Corte de cachorro”: Lleva las partes rasuradas que caracterizan al corte Moderno. En la cabeza: un moño de altura razonable. El manto en el tren anterior debe formar una bola, comparada a un “huevo” vista desde el antepecho hacia el moño. Los llamados “pantalones” en los miembros anteriores se mantienen, acentuando la típica angulación del Caniche. La cola – excepto por un pompón – debe tener una forma oval u oblonga. Debe ser cortada más larga que ancha con ángulos redondeados. “Corte Escandinavo o de Terrier”: El corte es similar al corte Moderno, siendo diferente en que las orejas y la cola pueden ser rasuradas. Los últimos cambios son en negrita.

Reservas

Nos importa mucho que nuestros cachorros acaben en las mejores manos, por lo que nos reservamos el derecho de aceptar o denegar la adquisición de uno de ellos. Un cachorro no quedará apartado hasta que no se efectúe su correspondiente reserva. La reserva es la única forma en la que el futuro propietario puede demostrar que de verdad quiere el cachorro, y al igual que al criador se le exigen una serie de responsabilidades (como por ejemplo entregar una garantía sanitaria por escrito o la factura), es justo que el comprador también se comprometa ya que, como se suele decir: las palabras se las lleva el viento. Para lo cual se hará un pequeño depósito del 25% del valor total del animal.Si la reserva no se efectúa en las siguientes 24 horas ni se manda justificante, el cachorro podrá volver a ofrecerse libremente. Si el nuevo dueño desiste de la compra o desea cambiar el cachorro elegido por otro, perderá su reserva de forma voluntaria.


En cualquier caso, el criador se reserva el derecho de rehusar o proceder a la devolución de la reserva en cualquier momento, si así lo estima oportuno, y de no entregarlo (por encontrarse el cachorro enfermo, o por problemas con el futuro dueño, faltas de respeto, etc).


Así mismo, rogamos que resuelvan todas las dudas que tengan antes de efectuar la reserva del cachorro elegido, pues no se devolverá. Una vez reservado, el propietario asumirá los posibles cambios que pudiera presentar el animal a lo largo de su desarrollo (del cual se irá informando mediante el seguimiento habitual: fotos, vídeos, etc), hasta su entrega (desde que se ofrecen, los cachorros van cambiando su aspecto conforme crecen: color, tamaño, cabeza, cuerpo, etc); pudiendo reservarse el derecho de no adquirirlo finalmente si así lo desea, pero perdiendo la reserva.


Por último, rogamos que se informen debidamente antes de la llegada del cachorro (cuidados, marca de pienso que debe comprar, juguetes, camitas, correas o arneses, etc), para preparar convenientemente la llegada del cachorro y que no le falte nada. Por eso, su obligación es leer nuestra sección informativa y preguntarnos todas las dudas que tenga.

A mi Reina

A tí, mi Reina; ¿cómo describirte con palabras?. ¿Cómo algo tan pequeño puede hacerme sentir este amor tan grande hacia tí, aún después de haberte ido?. És difícil describir toda una vida juntas, mi niña. Tampoco quería hacer de ella una Oda, ni glorificar de forma pomposa tu partida. Tu sabes que te he querido más que a ningún otro perro de éste mundo, y que siempre te tendré conmigo en mi corazón. Sin embargo, pensando en la mejor manera de narrar tu historia se me ocurrió algo, y me dije: ¿Por qué no un cuento?.

Una Pequeña Gran «Reina»


Érase una vez, en un reino muy lejano a donde nadie hasta hoy ha podido llegar nunca, que vivían una preciosa princesita y su anciano padre, el rey de aquel lugar.
Aquel, era un sitio maravilloso. Preciosos jardines repletos de flores y árboles emergían de la fértil tierra dando forma y color al vergel, y un suntuoso y resplandeciente palacio de color blanco perlado eran el hogar de la joven princesita.
El rey, ya muy mayor, tan sólo tenía una hija, y la reina hacía algunos años que había muerto, por lo que se sentía muy solo en aquel enorme castillo, a excepción de la compañía de su princesa.
Al ser ella hija única, recibía constantes cuidados y caprichos por parte del bondadoso rey, que le consentía y otorgaba todo aquello que ella le pedía. Un día eran vestidos nuevos de la seda más fina, y al día siguiente una torre hecha de los más deliciosos dulces. Pero ocurrió que capricho tras capricho, el carácter de la niña fue empeorando, convirtiéndola en una muchachita egoísta y consentida, que no pensaba más que en ella, maltratando a sus propios criados y a todo aquel que estaba cerca suya, incluso a su buen padre. El pobre rey, entristecido por el comportamiento de su hija, no sabía que hacer. No tenía valor para castigarla, ya que temía que le odiara, y era la única persona que le quedaba en éste mundo.

Sucedió entonces que un buen día el rey cayó enfermo de repente. Vinieron muchos médicos a verle desde distintos puntos del país, pero todo fue inútil, pues nadie sabía del mal que sufría el soberano.
Un noche, cuando las estrellas brillaban más fuertemente que nunca, y el monarca quedó solo acostado en su habitación, un extraño resplandor cruzó el cielo brillantemente en forma de estrella fugaz. Recordando las viejas historias acerca de luceros que concedían deseos, se sonrió inocente, y cerrando los ojos pidió el suyo:
—Por favor, estrellita, cuida de mi pequeña y ayúdala a ser humilde y tierna como lo fue su madre, y no la dejes nunca que esté sola, como lo he estado yo, por favor.
La estrella brilló entonces fuertemente, como queriendo responder a la plegaria del anciano, mientras que éste, agotado, exhaló su último aliento.
Pasaron los días, y tras los funerales del viejo rey, todo volvió a la normalidad. La pequeña princesa, pasó entonces a ser la reina de aquel país, y como tal, ostentó el trono y la corona real. Sin embargo, ni la repentina muerte del monarca consiguió ablandar el corazón de la infante, que día tras día seguía tiranizando a sus vasallos con sus disparatados caprichos.
Un noche, cuando ya todo el mundo dormía, la pequeña reina se levantó de la cama desvelada y dio un paseo por sus enormes jardines. Entonces miró al brillante cielo, completamente cuajado de estrellas, y observó que una de ellas brillaba con más fuerza que las demás. Embelesada por la hermosura del resplandeciente astro pensó entonces para sí:
—“¿Y si ordenara a mis criados que fueran a traerme esa preciosa joya?”. “Sin duda, algo tan hermoso debe de ser mío” —pensó ella.
Y fue en aquel momento que ocurrió algo sorprendente. Del mismo cielo, la deslumbrante estrella comenzó a caer con rapidez, como si se descolgara del mismo, en dirección a la pequeña. La niña, asustada, corrió a esconderse tras el grueso tronco de un árbol dorado. De repente, una blanca e inmaculada luz rodeó todo, y cuando la pequeña reina asomó su naricilla para ver qué estaba pasando, la delicada y grácil estampa de una preciosa mujer envuelta en livianas y brillantes ropas, apareció ante ella.
—Soy el ángel de los sueños —dijo ella con voz dulce y melodiosa—. Sal, pequeña reina, donde pueda verte.
La muchacha, sorprendida por el candor que desprendía, salió de detrás del árbol y le preguntó titubeando:
—¿Tú…, eres la estrella que he visto caer del cielo hace un segundo?.
—Así es, —le respondió—. He venido hasta ti porque tu padre me pidió algo con mucha fuerza hace unos días, y le prometí desde el cielo que haría todo lo posible por hacer que se cumpliera su sueño. Tu padre estaba triste, pequeña niña. Tan, tan triste, que esa misma tristeza lo consumió hasta que ya no pudo aguantar más, y deseó con fuerza marcharse. Esa tristeza, era en muy buena parte por ti.
—¿Por mí? —le peguntó ella extrañada.
—Así es. Porque le entristecía ver que su hijita adorada se ha convertido en una niña caprichosa y egoísta, que no es capaz de complacerse más que a sí misma. Es por eso que estoy aquí, para castigarte por tu mal comportamiento, y para hacerte ver que las cosas muchas veces hay que saber apreciarlas tal y como son, y que con humildad, la vida es mucho más bella y satisfactoria. Ahora cerrarás los ojos, princesita caprichosa, y cuando los abras, todo cuanto conoces habrá cambiado. De ti depende obrar el milagro, y que el cambio sea para mejor.
Y dicho esto, la bella mujer posó sus labios en la frente de la pequeña sin darle tiempo a responder, y ésta quedó profundamente dormida. Después desapareció perdiéndose entre las constelaciones de luminosas estrellas.
Cuando abrió los ojos se sintió extraña. Le pesaba todo el cuerpo, como si hubiera corrido durante todo él día y no hubiera dormido bien. Entonces acercó su manita para frotarse los somnolientos ojillos, cuando para su sorpresa, ésta había cambiado. La joven reina soltó un grito de espanto al contemplar que su suave mano, ya no era mano, sino una pequeña y aterciopelada patita. Asustada miró el sitio donde se encontraba, pero no reconoció nada a su alrededor. Estaba en una cestita de mimbre con un trapito de color azul claro, y todo, absolutamente todo lo que la rodeaba era tremendamente gigantesco. Saltó de la cesta torpemente intentando ponerse en pie, pero no fue posible. Sus piernas, sus brazos, todo se había transformado, y la sorpresa fue tal, que sus patitas traseras tropezaron haciéndose un lío, dando de boca contra el suelo. El brillante cuenco con agua que tenía cerca de la cama, revelaron por fin el misterio de su transformación.
—“¡Un perro!”. “¡Me ha convertido en un perro!”—exclamó para sí horrorizada—. “¡Esa horrible bruja me ha transformado en un vulgar chucho!”.
Y no sólo eso, sino en un perro de dimensiones absolutamente ridículas, que apenas si levantaba dos palmos del suelo. ¡Un chihuahua!.
Mirándose con espanto contempló sus dos enormes orejotas y aquellos brillantes ojillos saltones con horror y la despeluchada mata de pelo negro que cubría todo su cuerpo, y se echó a llorar amargamente.
No podía creerlo. ¡En un perro!. ¡Con lo poco que le gustaban a ella los perros!. De todos los animales del mundo, y tenía que convertirse en ésto. Tras el fatídico descubrimiento le siguieron muchos otros más. Como descubrir que no sólo era perro, un ridículo y pequeño chihuahua, sino que además, había nacido en una casita humilde de pueblo junto con otros cachorros, y oh desgracia, ¡ni siquiera tenía pedigree!. ¿pero en qué demonios estaba pensando aquella estúpida mujer cuando hizo el cambio?. De tener que haber sido algo, hubiera preferido ser un gato. Uno de esos que se pasan el día dormitando bien acomodados en un mullido cojín sin demasiado ajetreo. Incluso no le hubiera importado tanto si hubiera sido alguno de esos elegantes perros de pelo largo que había visto pasear galantemente algunas veces por palacio. ¿Pero ésto?. ¡Si estaba más cerca de ser murciélago que perro!. Al menos podría haber tenido el detalle de haber hecho un chihuahua en condiciones, pensaba ella con resignación, y no éste burdo intento de algo que no sabía definir muy bien.
Era toda de color negro con un poquito de marrón en las patitas, en un tono casi, casi como el fuego. También tenía unas graciosas cejitas muy pequeñitas de color crema sobre los ojillos, y un gracioso y tupido pelo muy áspero, que la recubría por todas partes como un pomponcito. Desde luego era un chihuahua, eso no se podía negar, pero ciertamente atípico en comparación con sus hermanos de pelo corto.
Pasaron los días, y tras la impotencia, llegó la resignación, y no tuvo más remedio que aceptar que ya no era la bonita princesita que fue y que tendría que esperar a que aquella extraña mujer la devolviera a su aspecto original.
Cierto día en que la sufrida princesa, intentaba escapar como cada día de su cesta, huyendo de los molestos jugueteos de los demás cachorros y de las “babosas atenciones” de su ahora madre perruna, la dueña de la casa entró en la cocina seguida de un par de personas. Eran una guapa mujer bien vestida de talle esbelto y negro cabello, acompañada de una niña de ojillos almendrados y brillantes de color avellana, que no cabían en sí de ilusión.
Cuando la mujer le pidió que escogiera, le sudaban las manos de los nervios. Miró entonces hacia la cesta donde correteaban los pequeños cachorros con emoción. Eran todos muy bonitos y pequeños, y ella había esperado tanto tiempo para tener un perro…, que cualquiera que hubiera escogido le habría parecido precioso. Pero no fue así. De entre los pies de la señora apareció una cachorrita casi completamente negra con el rabillo muy, muy tieso, y carita de mala, que a diferencia del resto, tenía el pelo bastante más largo que el de los demás cachorros, haciéndola parecer un pompón de pelillo muy tieso. Los ojos se le llenaron entonces de alegría, y dijo con seguridad:
—¡Ésa! —señalando a la par a la pequeña bolita negra.
—¿Esa? —se sorprendió la mujer—. ¿De verdad te gusta esa? —volvió a repetir extrañada.
La niña afirmó con fuerza dejando entre ver sus blancos dientecillos en una bonita sonrisa, y soltando alguna que otra risita nerviosa.
—Bueno…, si te gusta esa… La verdad es que ésta ha salido muy rara —se sinceró la mujer—, con tanto pelo… Además, a la mayoría de la gente no les gustan de color negro…
—A mi me gusta —dijo la chiquilla clavando su mirada en los redondos ojillos de la perrita.
—Pues no se hable más, —dijo entonces la madre—. Pero ahora habrá que buscarle un nombre. Un buen nombre —dijo pensativa.
La perrita, sorprendida por todo aquello, se quedó mirándolas algo reticente.
—Se llamará… ¡Reina! —exclamó entonces la pequeña—. ¿Te gusta Reina, mamá?.
—Es un bonito nombre. Y además, será muy apropiado para la que en breve se convertirá en “la reina de la casa”.
Y así sucedió que la princesita, de la noche a la mañana había dejado su lujoso y suntuoso palacio y sus caprichos, para verse transformada en la vulgar mascota de una niña que no le daba mayor comodidad que una camita bien arreglada y mullida justo pegando a uno de los radiadores más grandes de la casa. Al menos, así lo veía ella. ¡Que humillación!. ¡Qué bajeza!, verse degradada a simple perro de compañía, y en manos de una niña de 12 años de lo más normal. Por no decir que todo era aburridamente normal allí. La casa, el patio, y todos los que la habitaban no dejaban de ser simples personas normales y corrientes sin nada que las hiciera especiales. O al menos, eso pensó en aquel momento.
Día tras día, la niña procuraba atender a su pequeña Reina como se merecía. Le daba el biberón con un pequeño babero puesto, limpiaba sus “cositas”, la bañaba, mimaba y cuidaba con tal esmero, que pareciera que fuera su madre. Sin embargo, ninguna de éstas atenciones bastaban a la pequeña bola peluda, que aún llena de soberbia y altivez, se tomaba la libertad de exigir a sus ahora cuidadores humanos, tal y como hiciera en su castillo cuando era humana.
—¡¡Gua!! —decía en un ladrido corto, fuerte, y seco, cargado de un potente tono de exigencia.
Sentía tal irritación e impotencia por no poder hablar y pedir claramente las cosas, que hasta parecía dar un pequeño saltito cuando ladraba.
Cada vez que deseaba algo, ladraba con indignación hasta conseguir aquello que quería. Desde bajar del escalón de salida al patio, a pedir la parte más jugosa de pollo que pega al muslo, o brazos cuando quería tumbarse entre las piernas de alguien para acomodarse y calentarse las patitas.
A la familia le daba la impresión muchas veces de que la perrita negra parecía, no, debía de entender cada una de las palabras que decían; pues aquellos brillantes y avispados ojillos luminosos no podían sino provenir del brillo de inteligencia propios de una persona. Y no andaban muy desencaminados…
La niña que la cuidaba, que en muchas ocasiones se había sentido sola, notaba cómo esa sensación iba desapareciendo poco a poco conforme pasaban los días; y por contra, una espléndida sonrisa afloraba cada vez más hermosa en su rostro. La perrita negra, era mucho más que una simple chihuahua. Era su Reina; la reina de la casa, y su niña. Y cómo disfrutaba cogiendo en brazos a su niña pese a los bocados que ésta le tiraba cuando no le parecía conveniente que la cogiera. Cómo le gustaba jugar con su perrita negra y verla correr como un cohete de una punta a la otra de la habitación, y cuánto disfrutaba durmiendo con ella dentro de la cama hecha un ovillo pegando a su barriguita. No le importaba que fuera pequeña, que tuviera el pelo más largo de lo normal, que pudiera estar cruzada o que no tuviera papeles que demostraran su raza o fina procedencia. Desde el primer día que la vio supo que era perfecta para ella. La más bonita, pese a lo que dijeran muchos.
Y así, la intolerante Reina, se fue volviendo con el tiempo más dulce, cambiando algunas cosillas de su carácter, y agradeciendo con besitos y algunas gracias de vez en cuando las caricias y cuidados que le daban. Y la gruñona y egoísta sombra que la había caracterizado, se fue atenuando hasta desaparecer casi por completo. Esto no quiere decir que la “reinita” se volviera buena de la noche a la mañana; ni mucho menos… Sus exigencias, aunque ya algo más modestas, formaron parte del día a día en su convivencia con la familia. Los robos de pañuelos de papel, las “trampas” que acostumbraba a poner por toda la casa celosa del bebé, sus correteos a las gallinas de la abuela… Pero habían llegado a un punto, en el que no les importaba. La habían aceptado tal y como era, y la querían con ese genio y esa pizca de mal carácter; en especial la niña que la había adoptado. Eso mismo era lo que la hacia especial. Y ella se daba cuenta de ello. Quizás por eso fue sintiendo cómo una cálida sensación de afecto por todas aquellas personas afloraba de su interior desbordándose y llenándola de gozo. Había encontrado la figura de la madre que no había tenido en aquella niña, y una familia con la que compartir su cariño. Puede que fuera un perro, ¡un chihuahua, diablos!; pero lo cierto es que cada día que pasaba se sentía un poco más feliz y llena de vida junto a ellos.
Pasó el tiempo. Y de qué forma… Cuando eres perro todo a tu alrededor parece pasar más intensamente, más rápido que si eres persona. Quizás fuera eso, o quizás sencillamente que cuando estás a gusto todo pasa más deprisa. El caso es que la pequeña perrita negra hacía ya mucho tiempo que había dejado su pelusilla de pompón por un suave y largo pelo que le sobresalía de las orejillas y de algunas partes de su pequeño cuerpo, y las carreras y jugueteos para acomodarse a una vida sedentaria y plena rodeada de personas que la querían y a las que ella adoraba. La niña también creció. Se hizo mayor y se casó con un buen hombre, que aceptó con ella las manías de la pequeña perrita negra, e igualmente ésta tuvo que aprender a ceder y a compartir la cama de su mamá con otra persona…
Pero como todo lo bueno se acaba, y todo cuento tiene su final, sucedió que una mañana de invierno del 2 de Diciembre, unos seis meses antes de cumplir trece añitos de su vida perruna, se despertó más pesada y cansada que de costumbre. Ya no podía levantarse de la cama como hacía cada día a hacer su recorrido matutino. Tenía sueño. Mucho sueño. Y estando cómodamente tumbada en su cestita de mimbre, muy parecida a la cestita donde tuvo lugar su primer despertar, decidió cerrar los ojos para cabecear un ratito más.
En la oscuridad de sus sueños apareció brillante un espléndido cielo salpicado de estrellas, y entre ellas, una muy brillante que le resultaba familiar, bajó una vez más hasta la ahora perrita negra deslumbrándola con su candor.
—Has venido —dijo la perrita con voz humana.
El ángel se sonrió con dulzura, y con suave voz le dijo:
—He venido para llevarte de vuelta a tu reino, princesita. Has demostrado que tu corazón es grande, y que puedes darte a alguien más que a ti misma. Por ello, voy a recompensarte devolviéndote tu verdadera forma y llevándote de vuelta a tu hogar como la reina que eres.
—¿Recompensarme, dices? —respondió la princesa—. No has podido darme mejor y mayor recompensa que el saberme querida por tanta gente a la vez. No quiero una vida rodeada de criados y riquezas. Estaba ciega. Ahora me doy cuenta de que lo que de verdad importa es el amor que puedas dar y recibir de los demás. Jamás he sido más reina que siendo la humilde “Reina” de aquella niña pequeña que me tomó aquel día entre sus brazos. Mi vida ha sido plena. No puedo quejarme de nada, ni quiero cambiarla por ostentosos y vacíos castillos, ni hecho en falta nada más.
El ángel, conmovido por las palabras de la pequeña reina, se acercó dándole un beso en la cabecita peluda, y resplandeciendo dijo:
—He cumplido mi promesa, viejo rey. Descansa tranquilo.
—Sólo una cosa más querría pedirte buen ángel —señaló la perrita—. Y es que me dejes despedirme de aquella que ha cuidado de mí con tanto esmero todo éste tiempo.
Y el ángel, asintiendo, se alejó desapareciendo en el cielo mientras decía:
—Te esperaré aquí entonces, pequeña “Reina”.
Cuando abrió los ojillos, vidriosos por los años, se vio en brazos de su dueña que la miraba con los ojos avellana llenos de lágrimas. La perrita, con una expresión dulce, casi sonriendo con sus canillas en el pequeño hociquito, parecía decirle:
—“No llores, por favor”. “Me voy de aquí feliz porque me habéis dado todo lo que nadie podría haberme dado mejor. Porque has sido amiga, has sido madre, compañera, todo en mi vida. Guarda mi recuerdo como algo feliz, tal y como yo lo he sido a tu lado”. “Gracias por todo…”.
La muchacha, entendiendo más claramente que nunca esas palabras que no había oído, pero sí escuchado siempre en su corazón, besó sus patitas de color fuego, y con una sonrisa la dejó marchar.
Desde el cielo cada noche la perrita, que ya nunca más quiso volver a su cuerpo original, contempla junto al ángel el pequeño jardín que en su honor, habían hecho para recordarla. Y cada noche, cuando se oculta el sol, la muchacha enciende una vela dentro de una lamparilla para que su Reina, pueda ver desde el cielo, que nunca, nunca jamás, la olvidará.



En tu honor, mi niña. Yo tampoco he podido ser más feliz a tu lado.